Apreciado Enric Sopena.
Hace ya unas cuantas semanas que dejé de colaborar con vosotros en El Plural, decisión que adopté al comprobar que mis comentarios eran retrasados alrededor de una semana antes de ser publicados, y el último de ellos, directamente no publicado sin recibir una sola nota o mensaje o justificación por parte de la redactora. Entendí que se trataba de una manera silenciosa de decirme que el tono de mis comentarios no era lo suficientemente enjundioso para el diario, pues sabido es que eran mis comentarios los que procuraban menos controversia o polémica.
A mí, en cambio, me parecía muy divertido e instructivo, en lo personal, así como un reto apasionante, colaborar con vosotros cada dos o tres días. Creo que os he dedicado algunas de mis mejores creaciones, y aunque no siempre he estado de acuerdo con las opiniones vertidas en El Plural, sí he defendido la legitimidad de contraponer un periodismo combativo ante las fanfarrias carpetovetónicas, ésas que ya sabemos de dónde provienen casi siempre. Además, era para mí un orgullo comprobar cómo desde El Plural se aceptaba mi visión de las cosas y mi modo de plantearlas. A pesar de no ser demasiado polémico, y no registrar un exagerado número de críticas u opiniones o controversias por parte de los lectores, sé que en otros blogs se comentaban mis palabras.
Me ha apenado mucho ver interrumpida mi colaboración, aunque la entiendo de acuerdo a los términos que algo más arriba he expuesto. Ahora que llega fin de año, quería que usted supiera que siempre podrá contar conmigo en caso de que sea su intención que colabore nuevamente en ése o en cualquier otro proyecto que lidere.
Un cordial saludo,
Javier Sabadell ("De revolutionibus")
Hace ya unas cuantas semanas que dejé de colaborar con vosotros en El Plural, decisión que adopté al comprobar que mis comentarios eran retrasados alrededor de una semana antes de ser publicados, y el último de ellos, directamente no publicado sin recibir una sola nota o mensaje o justificación por parte de la redactora. Entendí que se trataba de una manera silenciosa de decirme que el tono de mis comentarios no era lo suficientemente enjundioso para el diario, pues sabido es que eran mis comentarios los que procuraban menos controversia o polémica.
A mí, en cambio, me parecía muy divertido e instructivo, en lo personal, así como un reto apasionante, colaborar con vosotros cada dos o tres días. Creo que os he dedicado algunas de mis mejores creaciones, y aunque no siempre he estado de acuerdo con las opiniones vertidas en El Plural, sí he defendido la legitimidad de contraponer un periodismo combativo ante las fanfarrias carpetovetónicas, ésas que ya sabemos de dónde provienen casi siempre. Además, era para mí un orgullo comprobar cómo desde El Plural se aceptaba mi visión de las cosas y mi modo de plantearlas. A pesar de no ser demasiado polémico, y no registrar un exagerado número de críticas u opiniones o controversias por parte de los lectores, sé que en otros blogs se comentaban mis palabras.
Me ha apenado mucho ver interrumpida mi colaboración, aunque la entiendo de acuerdo a los términos que algo más arriba he expuesto. Ahora que llega fin de año, quería que usted supiera que siempre podrá contar conmigo en caso de que sea su intención que colabore nuevamente en ése o en cualquier otro proyecto que lidere.
Un cordial saludo,
Javier Sabadell ("De revolutionibus")
