22/11/21

Absolución contraria a Joe Biden

El 25 de agosto de 2020, la policía de Kenosha, Wisconsin, dejó a una parte de la ciudad a su suerte durante las protestas del Black Lives Matter tras la muerte de Jacob Blake, un afroamericano tiroteado por un policía dos días antes tras localizarlo en el interior de un vehículo. 

El estado no envió a la Guardia Nacional para controlar las protestas. En un momento dado, un joven  de 17 años llamado Rittenhouse, que defendía un concesionario de coches asaltado los días previos, se quedó solo tratando de apagar un fuego iniciado por los vándalos que merodeaban por las cercanías. El joven portaba un arma legal. Según la fiscalía, en un momento dado alguien en la muchedubre gritó: "¡Arma, arma, arma!" y Rittenhouse salió corriendo. Lo siguió Joseph Rosenbaum, una persona de 36 años con problemas psiquiátricos que había sido condenado por abusos sexuales a menores y que previamente había amenazado a Rittenhouse de muerte esa misma noche. Rittenhouse disparó al aire y Rosenbaum se giró lanzó sobre él tratando de arrebatarle el rifle. Rittenhouse disparó entonces cuatro veces acabando con la vida de Rosenbaum. Este incidente fue grabado en vídeo por teléfonos celulares de algunos testigos y por las cámaras de un dron que sobrevolaba la zona.

Un amigo de Rittenhouse le aconsejó acudir a la policía para explicar lo sucedido y entregarse. Inmediatamente fue perseguido por varias personas, que lo golpean repetidas veces hasta que se derrumba,. Es golpeado por dos personas más: una de ellas con los pies, de quien se protege disparando dos veces al aire y haciéndole huir; una segunda, Anthony Huber, de 26 años, le agrede con un monopatín e intenta quitar el arma, recibiendo un disparo en el pecho que lo mata. Un tercer perseguidor, Gaige Grosskreutz, de 27 años, armado, apunta con su pistola a la cabeza de Rittenhouse y recibe un disparo que le destroza el bíceps. Es la única víctima de aquella noche que ha declarado en el juicio como testigo de la fiscalía. Tuvo que admitir que el acusado no lo disparó hasta que no lo apuntó con su pistola, algo difícil de negar habida cuenta de las pruebas en vídeo.

La defensa alegó legítima defensa debido al miedo razonable a que lo mataran o lo hirieran gravemente. La fiscalía alegó que Rittenhouse provocó los altercados y que había perdido el derecho a defenderse. A Rittenhouse el presidente Joe Biden lo llamó "supremacista blanco" y los gigantes de internet "asesino en serie".

El veredicto del jurado ha sido la absolución.

Queda por ver si tras este veredicto vuelve a haber disturbios y si las autoridades volverán a permitir que Kenosha vuelva a arder.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Los conspiradores del 11M

A mucha, muchísima gente, hablar del 11-M produce pereza, indolencia, una pizca de hartazgo, y no poca irritación. Salvo para quienes están ...